Blackmagic Design colaboró estrechamente con un equipo exclusivo de Company 3 a los efectos de desarrollar herramientas que permitieran lograr el objetivo. Los ingenieros de la productora, que han venido brindando servicios remotos punto a punto durante algún tiempo, notaron que no sería posible cumplir con los requisitos de Ames si el colorista Skip Kimball simplemente enviaba el material etalonado en su estación de trabajo al productor y a los restantes integrantes del equipo. Por tal motivo, las empresas trabajaron conjuntamente para facilitar la creación de lo que básicamente sería un estudio de posproducción en la nube que facilitaría la supervisión cromática de las imágenes de alto rango dinámico con precisión, al instante y de manera sincronizada. Basada en la arquitectura de AWS, la solución implementada ofrece la posibilidad de gestionar el material grabado y conformarlo en la nube como si todos los usuarios estuvieran en un mismo lugar, almacenando el contenido de manera local.

Kimball participó del proyecto desde el inicio y probó las primeras versiones de la herramienta. «Hace casi dos años, antes de la producción, creamos una tabla de conversión tridimensional que permitía dar a las imágenes una apariencia cinematográfica con un mayor grado de control», expresó Kimball. «Era recién al comienzo del proceso y aún había que tomar decisiones sobre el aspecto de la serie, de modo que generé una tabla que no limitara ni destacara ninguna tonalidad en particular. Sabíamos que eso podía lograrse rápidamente durante el etalonaje».

Una vez que la producción se puso en marcha, Kimball se mostró encantado con la nueva dinámica de trabajo. «Estábamos en diferentes lugares, en tres continentes distintos, pero teníamos acceso al mismo material almacenado en la nube. Yo etalonaba las imágenes desde mi estudio en Eagle (Idaho), que es el lugar donde resido, mientras Ron Ames, Jake Rice —productor adjunto— y Jason Smith —supervisor de efectos visuales— trabajaban desde Nueva Zelanda. Al establecer la conexión entre nuestros sistemas Resolve, no bien yo hacía un cambio, ellos lo podían apreciar prácticamente sin demora alguna. Esto fue de vital importancia para todos. Era un proyecto de gran complejidad, y nadie quería esperar, ni siquiera unos segundos, para ver las modificaciones».

Aunque la dinámica de trabajo en la nube que ofrece DaVinci Resolve Studio 18 permite colaborar en un mismo proyecto en tiempo real, es necesario que cada equipo en el que se ejecuta el programa cuente con una tarjeta de captura y reproducción DeckLink 8K Pro para ver las mismas secuencias en cada uno de ellos. Esto facilita la supervisión de imágenes de 10 bits por parte de todos los usuarios con una gran calidad y una latencia extremadamente baja. Durante las reuniones de comprobación del diseño de sonido, tanto Smith, Rice y Ames en Nueva Zelanda como Kimball en Los Ángeles o Idaho podían mirar los copiones al mismo tiempo y decidir el rumbo querían tomar en cuanto a la narrativa. Al respecto, Kimball recordó: «Después de que ellos discutían lo que querían transmitir en ciertas escenas y yo tenía claro cuáles eran sus ideas, trabaja por mi cuenta durante un tiempo. Probaba diferentes estilos y realizaba cambios intuitivamente, ya que suelo confiar en mi instinto».